VIVERO DE EMPRESAS EN LA ARGANZUELA, MADRID
El barrio de Atocha, en el distrito de la Arganzuela de Madrid, supone el principal nodo de comunicaciones de la ciudad y uno de los más importantes a nivel nacional, de modo que la importancia estratégica de la zona resulta idónea para la implantación de proyectos empresariales.
Son muchas las grandes empresas afincadas en la zona que gozan de una relación y unas conexiones excelentes para impulsar su negocio, sin embargo, al mismo tiempo es un lugar de complicada accesibilidad, tanto logística como económica, para las pequeñas y medianas empresas. El Vivero de Empresas de la Arganzuela nace así con el objeto de poner al servicio de estas empresas un complejo edificatorio integrado por recursos y servicios que posibilite la implantación de las mismas en la zona y su acceso a las ventajas que proporciona el entorno, transformándose en un auténtico banco de recursos para entidades que no pueden, o sencillamente no desean, contar con una infraestructura propia, y que así disponen de espacios que van desde el simple alquiler de oficinas al uso de naves industriales, pasando por la dotación de espacios de difusión. De este modo, cada empresa puede disponer sólo de los recursos que precise según su naturaleza, siendo el complejo un espacio versátil y de fácil adaptación para muy diferentes entidades.
El complejo se materializa por medio de tres piezas de hormigón blanco estructuradas en bandejas que albergan las tres funciones principales de las empresas, a saber: las oficinas, las naves y los espacios de difusión y esparcimiento. Estas tres piezas pueden funcionar de forma autónoma o cerrarse al resto del edificio, pero todas se encuentran conectadas por una pieza de basamento común que alberga el hall y las comunicaciones principales del conjunto, un amplio parking y los espacios y usos complementarios del complejo; organizando su cubierta el espacio exterior en forma de plaza pública cedida al parque en el que se integra la obra.
EDIFICIO HÍBRIDO PARA SEDE EMPRESARIAL EN LA ESQUINA DE GRAN VÍA CON TUDESCOS, MADRID
El barrio de Atocha, en el distrito de la Arganzuela de Madrid, supone el principal nodo de comunicaciones de la ciudad y uno de los más importantes a nivel nacional, de modo que la importancia estratégica de la zona resulta idónea para la implantación de proyectos empresariales.
Son muchas las grandes empresas afincadas en la zona que gozan de una relación y unas conexiones excelentes para impulsar su negocio, sin embargo, al mismo tiempo es un lugar de complicada accesibilidad, tanto logística como económica, para las pequeñas y medianas empresas. El Vivero de Empresas de la Arganzuela nace así con el objeto de poner al servicio de estas empresas un complejo edificatorio integrado por recursos y servicios que posibilite la implantación de las mismas en la zona y su acceso a las ventajas que proporciona el entorno, transformándose en un auténtico banco de recursos para entidades que no pueden, o sencillamente no desean, contar con una infraestructura propia, y que así disponen de espacios que van desde el simple alquiler de oficinas al uso de naves industriales, pasando por la dotación de espacios de difusión. De este modo, cada empresa puede disponer sólo de los recursos que precise según su naturaleza, siendo el complejo un espacio versátil y de fácil adaptación para muy diferentes entidades.
El complejo se materializa por medio de tres piezas de hormigón blanco estructuradas en bandejas que albergan las tres funciones principales de las empresas, a saber: las oficinas, las naves y los espacios de difusión y esparcimiento. Estas tres piezas pueden funcionar de forma autónoma o cerrarse al resto del edificio, pero todas se encuentran conectadas por una pieza de basamento común que alberga el hall y las comunicaciones principales del conjunto, un amplio parking y los espacios y usos complementarios del complejo; organizando su cubierta el espacio exterior en forma de plaza pública cedida al parque en el que se integra la obra.
EDIFICIO HÍBRIDO PARA SEDE EMPRESARIAL EN LA ESQUINA DE GRAN VÍA CON TUDESCOS, MADRID
La Gran Vía constituye, sin lugar a dudas, una de las calles más importantes y representativas de Madrid. De modo que la intervención que se ha planteado en ella supone todo un reto al concebirse un proyecto que ha de conciliar el lenguaje estético e histórico de una calle de tanta significación con una pieza arquitectónica de nuestro tiempo, que enlace con el siglo XXI, en un proceso en el que dicho lenguaje, iniciado hace ya más de cien años, llega ahora a su última expresión con el edificio híbrido planteado.
El proyecto plantea, de este modo, una pieza arquitectónica en la que la fachada cobra una importancia capital, con un lenguaje actual y el hormigón blanco como material del momento, pero desarrollando una línea compositiva que enlaza con aquella que la calle ha venido desarrollando a lo largo de su historia. La interpenetración de planos juega además un papel fundamental en el enlace de la fachada al pasar de su desarrollo más longitudinal en la calle Tudescos al frontal en la Gran Vía.
En forma, el proyecto se compone de dos piezas que albergan un programa híbrido consistente en una torre de oficinas y una pastilla de viviendas para trabajadores. Estas piezas parten de un basamento de usos públicos y difusión y se relacionan entre sí por medio de un vacío a la calle Tudescos que articula las comunicaciones. La coronación de ambas piezas, como ocurre en otros edificios de Gran Vía, diferencia de modo especial dos volúmenes destinados a los despachos y las viviendas de los directivos respectivamente.
El edificio se presenta muy cerrado a la calle, con ventanales altos para iluminar las estancias interiores, pero abierto y permeable hacia el espacio central liberado de la manzana, siendo en este punto su fachada acristalada y protegida por una celosía ligera de madera.
El programa del complejo se distribuye de modo que la nave principal, que ubica la piscina cubierta está asistida por los otros dos brazos del edificio que albergan los usos complementarios, a saber: una zona de vestuarios que conecta el volumen de la piscina con el de la cafetería y el salón de actos, todo ello en planta baja; y el gimnasio, las aulas de difusión y el área de sauna-spa en la primera planta.